Después de muchas tormentas, inició un año nuevo. Con trabajo y proyectos nuevos. Algunas de las colaboradoras fueron dejando sus posiciones de forma natural conforme la exigencia se volvía más estricta. De igual forma, algunas de las aún presentes tenían bajo desempeño y poco compromiso.
Empecé a cuestionarme ¿Qué estaba haciendo yo para no lograr esa cohesión tan necesaria en Levadura Agencia? Tuve que aceptar que mi posición de liderazgo estaba fallando. Darme cuenta de que debía empezar por cambiar mi actitud hacia el Levateam, ese 2018 me enfoqué en analizar cómo sería un trabajo ideal, qué se necesitaba para aprovechar mejor el tiempo y disfrutar el trabajo, ¿cómo le hacen los grandes despachos de marketing?
Encontré que más allá del género, se trataba de una tarea de definición de perfiles, urgía desarrollar un plan de vida y carrera para los colaboradores, además de modernizar el esquema laboral. Ese año empezamos a probar esquemas flexibles y Home office. Recuerdo que hasta me daba pena decir que estábamos buscando el bienestar del Levateam a través de darles más libertad; una prueba de que la cultura del trabajo, controlado y ultra demandante estaba muy arraigada.
Si bien, la cultura laboral empezó a mejorar mientras se adoptaban estos nuevos esquemas, el área de administración también estaba sufriendo atrasos, por lo que hubo personas talentosas que se unieron al Levateam para apoyar en el área administrativa. Muchos cambios que se reflejaron en mejor ambiente laboral.
También dimos la bienvenida a nuevos clientes y proyectos muy visibles, como la gestión de la estrategia de marketing para el San Pedro Artefest, el festival cultural del Municipio de Garza García. Fue un año de ver resultados de los cambios que tanto costó implementar.
Festejo de 11 años en Levadura Agencia
