Lo que empezó el 2012, tomó forma en el 2013. El Levateam se estableció en un esquema de trabajo tradicional. Con nuestra ubicación nueva en la avenida Vasconcelos, pudimos tener mejor conexión con vías de transporte en la ciudad, lo que facilitó el acceso a la oficina para las Levas. Esos años fueron de trabajo muy arduo en horarios fijos, atención constante a clientes, siempre buscando la perfección.
Alejandra, Carolina y Erika fueron un equipo muy integrado. Nos apoyaba también Doña Miry en el mantenimiento y cuidado de mi hija en la oficina. Era un sueño hecho realidad, mujeres atendiendo un negocio productivo y criando a sus hijos sin tener qué elegir entre la maternidad y la profesión. Siguiendo esta tendencia, se me ocurrió aplicar a un programa académico llamado 10,000 Women, impulsado por Goldman Sachs, el Tec de Monterrey, y la Universidad de Harvard. Dirigido a mujeres de todo el mundo, 10,000 Women, era una oportunidad para profesionalizar a todas aquellas dueñas de negocio. Para mi sorpresa, fui aceptada. Sin duda, 10,000 Women fue el inicio de muchos cambios transcendentales en la gestión de Levadura agencia.
Uno de los grandes retos de 2013 fue instaurar un esquema de administración consistente. Como muchas PyMES, era difícil entender qué estaba siendo rentable y qué no lo era. Ante estos cuestionamientos, me di cuenta que intentar brindar todos los servicios que nos solicitaban, con equipo instalado inhouse, sería una tarea complicada. Así que me dediqué a convocar a otros emprendedores y freelancers a que fueran parte de Levadura trabajando por proyecto. Esta idea evolucionaría a lo que hoy es el programa Levafree, donde contamos con colaboradores en México, Estados Unidos y América Latina.